
Morales y López Vázquez, falleros de honor
Gracita Morales y José Luis López Vázquez dan vida a un matrimonio en Mi marido y sus complejos (Luis María Delgado, 1969). El film (que supuso el debut de Josele Román, entonces María José) cuenta la historia del dueño de una tienda de instrumentos que cuando cierra lleva una doble vida, a espaldas de su mujer, bailando y ligoteando en un club yeyé con un amigo (interpretado por Pastor Serrador). Ella lo acaba descubriendo y decide actuar de igual manera. El desenlace de la cinta es lo de menos, lo que interesa aquí son las referencias valencianas de la misma. Por ejemplo, que en el negocio que regenta López Vázquez (La Templanza) se puede leer que fue fundado en València en 1910. También se cuenta que el establecimiento lo abrió en esa ciudad el abuelo del personaje de Gracita (se supone que ahora está ubicado en Madrid) que explica que durante la guerra la tuvieron que cerrar porque se llamaba Laúd y el martillo. Pero el gran momento camp de la película llega cuando aparecen en pantalla una foto de Morales vestida de fallera y, sobre todo, un cuadro de la pareja también con los trajes típicos de la tierra.
Por la boca muere el delincuente
Robaban en unos bares y presumían de ello en otros. Este rocambolesco modus operandi de El Bicicleta, Carlos y Vicente (todos ellos entre los 19 y los 23 años) acabó como era de esperar, con los tres detenidos. Año 1982, esta peculiar banda roba en una hamburguesería de la avenida San José Artesano. También en una cervecería de Periodista Gil Sumbiela. Además, en un bajo de la calle del Gabir. Y en Quart de Poblet sustraen un Renault 12. Después alardean de ello públicamente, enseñan algunas de las herramientas utilizadas y fanfarronean con que la policía no les echa el guante. Hasta que lo hace. Primero niegan todo, explican que era una broma, que nunca han cometido un delito. Los agentes registran la vivienda de Carlos y encuentran minicadenas de música, televisores, raquetas de tenis…diversos objetos cuyo valor asciende a cerca de 700.000 pesetas (4.200€ al cambio directo). También se localizan diversas armas (escopeta de cartuchos, machetes, navajas…). Su defensa se quedó muda.
Porros en la Plaza de la Virgen
El 8 de diciembre se celebra el día de la Inmaculada Concepción. En 1979, la Joven Guardia Roja (organización juvenil de izquierdas, en la que, ojo, militaron también Girauta o Trapiello) convocó en la Plaza de la Virgen una gran fumada por la legalización del porro, tal y como se recogía en la pancarta que presidía el acto (y que acabó ardiendo, aunque esa es otra historia). Desde poco más de las 19h hasta las 22h, las mil personas (según los convocantes) que se acercaron pudieron fumar como si no hubiera un mañana sin miedo a quedarse sin material. Sonó, muy apropiadamente, “Paquito, el chocolatero” (afortunadamente Ska-P aún no existían) y se corearon consignas como “El porro a duro es más cojonudo”, “Legalización de la marihuana en polvo y en rama” o “Fuera policía, un porro cada día”, tal y como se puede leer en la crónica que firmaron Ana Torralva y Javier Valenzuela en Valencia Semanal. La gran fumada transcurrió sin ningún tipo de incidentes y cuando la sed, el hambre, el sopor y el frío aparecieron se levantó el campamento.