Contar historias (no la Historia) de la València del siglo XX. Para eso ha nacido la revista Carambal.

Aunque la RAE (tiquismiquis ella) no reconoce el palabro, Carambal (leída como aguda) existe y es aquella expresión de extrañeza que emitimos (eufóricamente) cuando descubrimos alguna historia relacionada con la València del siglo XX. Esperemos que lo hagáis, muy fuerte, cada vez que leáis un artículo que publiquemos.

En Carambal nos mueve un afán documentalista, de inventariar, algo obsesivo (para qué ocultarlo), más que una brisa nostálgica de mirar hacia atrás, aunque tampoco se renuncia a ella, nos parece un sentimiento maravilloso y tan reconfortante como cuando el garrofó de la paella está en su punto. 

Vamos a hablar de todo (basta que te des un garbeo por lo que hay ya en la web para comprobarlo), recorriendo cada década, moviéndonos por los distintos barrios de la ciudad. Contando historias en minúsculas, hablando de gente con nombre y apellidos. En Carambal, además, hay mucho de reivindicar València, ahora que nos la están robando y empieza a costar reconocerla entre pisos turísticos y franquicias. 

Historias, entrevistas y pequeñas no-secciones (los flashes, la biblio, la otra guía, la máquina del tiempo, saliendo con…) que iréis conociendo, poco a poco, serán la columna vertebral de la revista. En todos los casos, se tratará de artículos en construcción, que se actualizarán siempre que se produzcan nuevas informaciones o datos sobre ellos.

Que Carambal haya nacido en junio no es casualidad. Queremos tener un tiempo de rodaje, ser como la tapa del aperitivo que te tomas antes de la comida. Y ya después del verano, como con los buenos amigos, reencontrarnos y arrancar definitivamente.

Nacemos con muchas ideas y pocas prisas, así que ya las iremos poniendo en marcha. Carambal apuesta por el periodismo tranquilo hecho por personas y no IA’s, lejos del ritmo desbocado de la actualidad, ajenos al ruido (si buscas jaleito con nosotros te equivocaste de puerta, amor), a favor de una lectura pausada (incluso cuando los artículos no sean largos) y disfrutona. Vamos, como debería ser la vida.

Carambal no pretende ser un entretenimiento sin más, un hobby, sino alcanzar su rentabilidad económica. La publicidad será una vía para ello (si escribís a publicidad@carambal.com se os informará de las tarifas), aunque no la única (ya iremos desvelando nuestros planes para conquistar la ciudad).

También tenemos un correo para que nos escribas (redaccion@carambal.com) y estamos (por ahora) en instagram, facebook y bluesky (seguidnos, sed buena gente, que los inicios son muy duros). La idea es que las redes sean sociales de verdad. Ya te anticipamos que no las vamos a utilizar solo para promocionar nuestros contenidos, queremos bureo y que formemos una congregación pirandona y pasarlo muy bien.

Solo tres cositas más: Carambal será en castellano como habrás podido deducir (ojalá alcanzar ese nivel de beneficios que nos permita, también, una versión en valenciano); Carambal forma parte de un proyecto editorial que irá creciendo (si no pasa nada) a lo largo de 2025 (tranquilidad, que todo se irá sabiendo a su debido tiempo) y Carambal no quiere ser tiquismiquis y si hay algo que nos guste de los últimos cinco años del siglo XIX o los cinco primeros del XXI, pues oye, igual hablamos de ello también (pero hay tanto que contar del XX que…).

Carambal nunca habría existido si antes no lo hubieran hecho Letras y Figuras, Revista Moderna, La Reclam, La Semana Gráfica, Umbral, La Traca, Cartelera Turia, Clima, Valencia Semanal, Estricnina, Visto Bueno, Fan Cómic, Combustión, Kovalski Fly, Flanzine, 2000 maníacos, Cuadernos del Pop, Chilena Comando, Neo, La Maraca Ilustrada, Efe Eme y Cuadernos Efe Eme, El Fresquito, La caja negra de los sueños, Alta tensión, Verlanga, Horchata, Print o Plaça del Mercat, entre otros.

La foto de este artículo es una postal (dentada) muy molona de la actual Plaça del Ajuntament de noche, de 1962, de Fotocolor Gráfica Manén, de Barcelona.

¡Pasad, leed, gritar Carambal, disfrutar y compartirlo!